Volvemos a la carga con un nuevo miércoles gastronómicos. Esta vez te traemos un plato que probablemente se conozca en todas las culturas, pero que es típico del mundo oriental, el arroz chino o tres delicias. Atento, que te descubrimos todos sus secretos.
El arroz chino o arroz tres delicias es una especialidad culinaria que podrás encontrar en la mayoría de restaurantes asiáticos. La facilidad de elaboración y sus ingredientes básicos convierten a este plato en uno muy recurrido. Además,se trata de un plato muy completo, al estar compuesto de la mayoría de macronutrientes.
El arroz chino en su forma más tradicional es un salteado tipo wok de arroz, por eso también se denomina arroz frito. Este arroz, que es el ingrediente principal se enriquece con otros ingredientes como tortilla de huevo, carne o jamón, guisantes u otras verduras y, en algunos casos aceite. En algunos restaurantes chinos puedes encontrar esta preparación aliñada con salsa de soja que le aporta un sabor único, no obstante, la forma más tradicional del arroz chino es el arroz tres delicias. Este último no necesariamente se saltea con las verduras que lo acompañan, es decir, no es frito. Se trata simplemente de arroz cocido al que se le aporta sabor con otros ingredientes.
El origen del arroz chino
La especialidad y arte de preparación de este plato pertenece al pueblo chino, de ahí su apellido. No obstante, su origen se sitúa en la otra punta del planeta. Diversas fuentes, como la enciclopedia de la gastronomía, apuntan a que los inicios de este plato se encuentran en la ciudad de San Francisco, en el estado de Californa, Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX.
La construcción del ferrocarril que conectaba de este a oeste Estados Unidos y que unía el océano Pacífico y el Atlántico fue la obra de ingeniería que dio lugar a este plato en el lugar y el momento que hemos comentado. Y os preguntaréis ¿cómo? Para la construcción de una obra de tal magnitud se necesitó mucha mano de obra. Muchos americanos se involucraron en la misma, pero no fue suficiente. Por ello, miles de inmigrantes chinos empezaron a trabajar en la construcción de la línea de ferrocarril.
Las jornadas laborales eran largas, por ello americanos y chinos compartían gran parte de su tiempo, también el de las comidas. No obstante, sus costumbres culinarias diferían demasiado. Los chinos detectaban las deficiencias nutricionales y gastronómicas de los americanos y decidieron ponerle remedio utilizando uno de los ingredientes estrella de su cultura, el arroz. Fue entonces cuando decidieron aprovechar el bacon, el jamón o la gran cantidad de huevos de la que disponían los americanos para aderezar su arroz.
Al comienzo el aderezo era algo pobre, pero poco a poco fueron incorporando cada vez más ingredientes como verduras, carnes magras o incluso restos de alguna comida. El arroz chino se convirtió entonces en una fuente nutritiva y de energía para todos esos obreros, tanto chinos como americanos, que dedicaban más de la mitad de su día al trabajo.
Una de las recetas más sencillas
Para la elaboración de un arroz chino o tres delicias tradicional necesitarás, en primer lugar, cocer el arroz con un tiempo de cocción algo inferior al que indique el fabricante para que quede duro. Es recomendable incluir la misma cantidad de agua que de arroz y además una pizca de sal. Cuando el arroz esté listo, se debe lavar bien para retirar el exceso de almidón.
Por otro lado, mientras el arroz reposa prepararemos el aderezo, los ingredientes que lo acompañarán. Por un lado cortamos jamón cocido a taquitos y cebolla muy picada. Pochamos los ingredientes en una sartén con un poco de aceite. También podemos incluir en este paso guisantes al gusto y zanahoria. Por otra parte se hace un revuelto de tortilla con los huevos necesarios, dependiendo de la ración de arroz que dispongamos. El último paso es añadir todos estos ingredientes al arroz, meclarlo bien y disfrutarlo. Siempre puedes saltear el arroz con los ingredientes en una salsa de soja para que coja sabor y se asemeje más al arroz frito. No obstante, la preparación y los extras van en los gustos de cada uno.
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