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El día 16 de noviembre se celebra el Día Nacional de la comida rápida, aunque a nivel internacional la fecha está fijada el 21 de julio. En el siglo 21 la comida rápida es muy popular. Cada paso que recorremos en cualquier ciudad, nos encontramos un restaurante de las conocidas cadenas fast food. Mucha gente no necesita buscar una excusa para consumir está comida, sin tener en cuenta los perjuicios qué puede originar en nuestra salud.

El concepto «fast food»

Aunque sea popularizado en los últimos años, no se trata de un término nuevo. Con su definición nos podemos remontar hasta la época del Imperio Romano, de los mercaderes vendían artículos a pie de calle y comerciaban con alimentos básicos entre los que destacaban salchichas, pan o vino. Si nos fijamos en cuál fue el primer restaurante de comida rápida que apareció en el mundo, podemos situarlo en estados Unidos, la cuna de la comida rápida, concretamente en Nueva York en el año 1867. La elaboración de comida rápida por excelencia fue desde un comienzo los perritos calientes, conocidos en América como hot dogs. Las pizzas y hamburguesas llegaron más tarde, a principios del siglo XX.

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En Estados Unidos, que como te comentamos, es el lugar donde prolifera la comida rápida, hay muchísimos establecimientos basados en la filosofía fast food pero de dudosa calidad y por supuesto nada saludable. Hay que tener en cuenta además, qué Estados Unidos es uno de los países en los que la obesidad es un grave problema. Las tasas de obesidad en este país baten records y se estima que la mitad de su población será obesa dentro de 10 años.

El estilo de vida de los estadounidenses y la facilidad para acceder a este tipo servicios de comida rápida propicia estas cifras alarmantes sobre trastornos de la alimentación y es que la comida rápida no es en absoluto una opción sana.

Los perjuicios de esta alimentación

Como su propio nombre indica, tendemos a consumir la comida rápida de forma muy veloz, lo que hace que nuestra digestión sea más lenta y pesada. De esta manera, el estómago tiene que trabajar demás. Por otro lado, los alimentos de comida rápida suelen ser bajos en contenido en fibra, por lo que pueden provocar estreñimiento y gases. Por el contrario, tienen un alto contenido en grasas saturadas, colesterol. Son alimentos muy calóricos.

Un consumo exacerbado puede producir, cómo te hemos comentado anteriormente, obesidad, y está puede desembocar en otros problemas como diabetes, hipertensión arterial, patologías renales, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer.

La mejor alternativa

¿Cómo podemos evitar recurrir a los servicios de comida rápida?

Es cierto que la comida rápida está rica y además con ella nos olvidamos de cocinar, fregar o comprar los ingredientes para preparar nuestra comida o cena. Sin embargo, existen otras opciones en el mercado que también nos ofrecen estos beneficios sin necesidad de renunciar a la alimentación saludable. Son los servicios de comida casera a domicilio como el de Que Cocine Peter. Con ellos, también puedes pedir comida para llevar y olvidarte de cocinar, pero te asegurarás de que ésta siempre cumpla con las garantías necesarias. Los tuppers que distribuimos a través de Que Cocine Peter no contienen aditivos ni conservantes artificiales. En nuestra web puedes consultar la amplia variedad de platos que tenemos, todos deliciosos, adaptados a todo tipo de paladares. Pide tu menú semanal, en un plazo de 24/ 48 horas te lo llevamos a casa y olvídate de cocinar. Como ves, siempre hay alternativas a la comida rápida, no dudes en probarlas.

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