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Descubre el placer de crear tus propios croissants caseros. Esta receta te guiará paso a paso para lograr esa textura hojaldrada y ese sabor inigualable que hace de los croissants una deliciosa elección para cualquier momento. ¡Prepara tu cocina para una experiencia de repostería única!

Historia de los croissants

Los croissants caseros, un icónico producto de repostería conocido por su forma de media luna y su sabor hojaldrado y mantecoso, tienen un interesante origen con raíces en Europa, específicamente en Francia y Austria.

  • Origen en Austria:

La historia del croissant comienza en Viena, Austria, con un pastelero vienés llamado August Zang. Zang abrió una panadería en París en 1839 y empezó a producir viennoiseries, que son productos de repostería de estilo vienés. Entre estos productos, se encontraba un panecillo en forma de media luna, similar al croissant actual.

  • Introducción en Francia:

August Zang estableció su panadería en París, influenciando la repostería francesa con las técnicas vienesas. Sin embargo, la popularización de los croissants en Francia y su asociación con la panadería francesa se debe en gran parte a la Asociación de Pasteleros de Viena en París. Durante una huelga en 1839, varios pasteleros vieneses, incluido Zang, se establecieron en París y comenzaron a producir viennoiseries, incluyendo los croissants, que rápidamente se convirtieron en un éxito.

La versión francesa del croissant evolucionó, adaptándose a los gustos locales y las técnicas de panadería francesa. Los panaderos franceses perfeccionaron la técnica de la masa hojaldrada, que es la base de los croissants tal como los conocemos hoy.

A lo largo de los años, el croissant se ha convertido en un símbolo de la pastelería francesa y ha sido adoptado y adaptado en diferentes formas en todo el mundo, manteniendo su esencia hojaldrada y su característica forma de media luna.

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croissants caseros

 

Receta de los croissants caseros

Ingredientes

Para la masa:

  • 500 gramos de harina de todo uso
  • 10 gramos de levadura fresca
  • 50 gramos de azúcar
  • 10 gramos de sal
  • 250 ml de leche
  • 250 gramos de mantequilla (fría y en bloque)

Para el laminado:

  • 250 gramos de mantequilla (fría y en bloque)

Elaboración

  • Preparación de la masa
  1. Activa la levadura: En un tazón pequeño, disuelve la levadura en la leche tibia. Agrega una cucharadita de azúcar y deja reposar por unos 10-15 minutos hasta que la levadura esté burbujeante.
  2. Prepara la masa: En un tazón grande, mezcla la harina, azúcar y sal. Agrega la levadura activada y mezcla hasta formar una masa. Amasa durante unos minutos hasta que la masa esté suave y elástica. Forma una bola y haz una cruz en la parte superior.
  3. Reposo de la masa: Coloca la masa en un tazón, cúbrela con film transparente y déjala reposar en el refrigerador durante al menos 2 horas o hasta que duplique su tamaño.
  • Preparación del laminado:
  1. Prepara la mantequilla: En un trozo de papel pergamino, coloca la mantequilla en forma de un bloque rectangular. Cubre la mantequilla con otro pedazo de papel pergamino y usa un rodillo para aplanarla hasta que tenga aproximadamente 1 cm de grosor.
  2. Lamina la mantequilla: Coloca la mantequilla en el refrigerador para que se enfríe y endurezca. Una vez fría, coloca la masa en una superficie enharinada y coloca la mantequilla en el centro. Dobla la masa sobre la mantequilla, sellando los bordes.
  3. Realiza pliegues: Realiza una serie de «pliegues» doblando la masa en tres partes, como si estuvieras doblando un folleto. Gira la masa 90 grados cada vez antes de doblarla. Repite este proceso al menos tres veces, refrigerando la masa entre cada pliegue.
  4. Refrigeración final: Después del último pliegue, envuelve la masa en film transparente y refrigérala durante al menos 1-2 horas o durante toda la noche.
  • Formación de los croissants:
  1. Estira y corta: Divida la masa en dos partes. Estira cada parte en forma de un círculo de unos 25-30 cm de diámetro. Corta en triángulos isósceles.
  2. Forma los croissants: Desde la base del triángulo, enrolla cada triángulo hacia la punta para formar los croissants. Coloca en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
  3. Fermentación final: Cubre los croissants con un paño húmedo y deja que fermenten durante aproximadamente 1-2 horas, hasta que dupliquen su tamaño.
  4. Horneado: Precalienta el horno a 200°C. Pinta los croissants con huevo batido para un dorado hermoso. Hornea en el horno precalentado durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
  5. Enfriamiento y disfrute: Deja que los croissants caseros se enfríen antes de disfrutarlos. ¡Sirve con mermelada, mantequilla o simplemente solos!

 

 

Curiosidades del croissant

  • Origen en forma de media luna: El término «croissant» proviene del francés, que significa «creciente» o «media luna», haciendo referencia a la forma característica del croissant.
  • Proceso de laminado: La elaboración de la masa de croissant involucra un proceso laborioso de laminado, que incluye capas de masa y mantequilla que se pliegan y doblan repetidamente, resultando en su textura hojaldrada y esponjosa.
  • La regla del siete pliegues: Tradicionalmente, la masa de  los croissants caseros se pliega en siete capas alternas de masa y mantequilla durante el proceso de laminado, lo que contribuye a su textura hojaldrada.
  • El secreto está en la mantequilla: La calidad de la mantequilla es crucial para el sabor y la textura del croissant. En Francia, la mantequilla con un alto contenido de grasa (alrededor del 82%) es la preferida para obtener el característico sabor y hojaldrado.
  • Día Nacional del Croissant: En Francia, se celebra el «Día Nacional del Croissant» el 30 de enero de cada año. Es una ocasión para disfrutar y celebrar esta deliciosa especialidad de la repostería francesa.
  • El croissant más grande del mundo: En 2006, en la ciudad de Curicó, Chile, se horneó el croissant más grande del mundo, que alcanzó una longitud de 120 metros y un peso de 337 kilogramos.
  • Variedades de relleno: Aunque el croissant clásico es simplemente mantequilla y masa, en muchas pastelerías alrededor del mundo se han creado variaciones con rellenos como chocolate, almendras, queso, frutas y más.
  • Popularidad global: Los croissants son apreciados en todo el mundo y se han adaptado a diferentes culturas. En algunos lugares, son rellenos de ingredientes locales, reflejando la diversidad de gustos y preferencias.

 

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